Nombre Pj: Lightning
Keko: lNeji-Hyuga
Edad: 18 años
Raza: Marciano Humano.
Bando: Pirata
Oficio: Artillero
Historia: Toda mi vida comenzó con una pequeña noche loca de mi padre y mi supuesta madre. Según me había comentado mi padre hace bastante tiempo, los primeros años de mi vida los había pasado en un orfanato .El lugar se podría hacer llamar el orfanato. Desde pequeño ya era bastante fugaz como para averiguar por mi mismo como había acabado en aquel horrendo y maloliente lugar, como bien dije antes, mi padre, un gran pirata había tenido una noche loca con una señorita, la cual había quedado embarazada de mi, y me dejaron aquí ¿por qué? no lo sé, eran piratas, sus pensamientos eran muy extraños, pero para gustos colores. En el orfanato ya con un año o dos aprendí a valerme por mi mismo, era una lucha todos los días a la hora de comer, teníamos que meternos palizas para que no nos cogiesen nuestra ración, e incluso alguno atentó contra otras personas armados con armas blancas ( vamos, cuchillos de por ahí ) por suerte, nunca entré en ese tipo de situaciones.
A la temprana edad de dos años, un señor de gran envergadura visitó el orfanato, cada vez que venía una persona de fuera, todos los chicos de este hacían un cambio radical, se volvían educados y tranquilos, simplemente una máscara para poder salir de forma desesperada de ese lugar. Pero la suerte no corrió de su parte, sin embargo, sí de la mía. El señor sin pensárselo dos veces me adoptó a mi y pude salir por fin de aquel lugar, se lo agradecí de por vida. Pero una sorpresa más tocaba para mi. En realidad, aquel señor, era un pirata y por encima ¡MI PADRE! ¿Por qué me había abandonado al nacer? esa pregunta muchas veces quería salir de mi boca, pero no era capaz, no me atrevía, aun no tenía la edad necesaria como para poder entender del todo los motivos de mi padre. Crecí con el, en el mar. Él era el capitan de una gran flota de piratas, uno de los más temidos del Grand Line, pero los años pasaban por ellos, poco a poco se volvieron pacíficos y ya se contentaban con los tesoros que habían capturado en sus años mozos, vamos, tenían la vida resuelta hasta su muerte. Un día, desembarcamos en una isla bastante pintoresca, parecía un sitio agradable para vivir, mi padre según me había comentado había una persona especial en la ciudad, pero no me dijo nada más. Las gentes de ese isla era muy amable, y bastante agradable, más que las personas con las que solía lidiar, lobos de mar o marines malhumorados. Solo nos quedamos unos días. Las primeras noches mi padre salía solo sin dar explicaciones, por respeto nunca lo seguí, yo me dedicaba a dar grandes paseos por la ciudad y a practicar mi gran puntería con las pistolas. En toda la tripulación de mi padre nadie usaba armas de fuego, todos iban a lo " montuno " con armas blancas, muchas veces salían mal parados, pero en cierto modo me sentía especial. Un día mientras andaba por la pequeña casa que habíamos comprado en aquella isla, me encontré un cofre bastante extraño, me había llamado la atención por los encajes de diamantes que tenía, aparte de que nunca lo había visto, por ello, lo abrí con curiosidad. Dentro del cofre había una fruta extraña, o algo parecido. Por mala suerte, me había pillado con hambre, por ello, le di un mordisco sin pensármelo dos veces bastante amplio. Al principio estaba muy agria, pero después no pude parar de comerla hasta no dejar absolutamente nada. Dentro de mi sentía como vibraciones extrañas, pero nunca les hice caso. Después de una temporada, volvimos a zarpar a la mar.
Las cosas iban sobre ruedas, pero no todo fue igual. En una ocasión algo bastante malo pasó. De forma inconsciente entramos de forma tonta en una tormenta bastante fuerte. Yo por mi buen ojo siempre estaba en lo alto del mástil mayor para poder divisar mejor el mar, por mala suerte caí desde ahí arriba directamente al mar. Era un buen nadador, pero no podía mover los brazos, mi cuerpo se encontraba muy pesado, y me hundía poco a poco. La tripulación estaba completamente alterada por mi caída. Mi padre se tiró en mi búsqueda y me salvó de mi muerte. Pasamos la tormenta con éxito y yo me recuperé de aquel pequeño accidente con éxito.
Mi padre y su tripulación desembarcó en otra isla, yo ya estaba más o menos recuperado, algo de catarro pero recuperado. Mi padre me llevó a una casa en especial de aquella ciudad, decían que ahí vivían dos buenas músicas. Mi padre me dijo que me quedara en el jardín mientras conversaba con una persona. Al pasar al jardín de la casa, me encontré a una chica más o menos de mi edad pelirroja sentada, aparentemente pensando. Me acerqué a ella con cierta timidez y comenzamos a hablar y a hablar mientras mi padre seguía hablando con aquella persona. Nos hicimos grandes amigos en poco tiempo, se podría decir que conectamos a la perfecto. Un rasgo que me había llamado la atención fueron sus ojos, eran muy parecidos a los míos, y era un color bastante extraño por el lugar la verdad. Pero no me dio tiempo a más, mi padre salió raudo de la casa, me agarró y me metió en el barco, casi no pude despedir con decencia de Shion, la chica que había conocido. Desde entonces, sigo viviendo con la tripulación de mi padre viajando, buscando vivir solo.
Estilo de lucha: Uso pistolas duales, me gusta la lucha a distancia, pero también opto en ocasiones en jugar con el enemigo, trazando estrategias valiéndome del entorno.
Akuma no mi: Goro goro no mi
Dinero: 20.000
Armas: Aun ninguna ( supongo que habrá que comprarlas no? xD )
Otros: Soy un chico bastante inteligente y sé mantener la calma en situaciones críticas, aunque muy pocas veces se han dado. Soy tranquilo, bastante, no hay nada que me enfade. Cuando estoy con personas que no conozco soy bastante combativo hasta que consiguen mi confianza. Otro detalle que se puede resaltar en mi es que puedo pasar fácilmente desapercibido ante los marines, simple y llanamente que a primera vista no parezco pirata para NADA. ( Obviamente este detalle quedaría tachado si entro en Wanted )
Aspecto:- Spoiler:
Tema: Ficha de Lightning 
Miér Ago 25, 2010 1:45 pm
